Cuando el conquistador español, Hernán Cortés, llegó a Coyoacán, mandó construir la Iglesia de “la Conchita” sobre lo que era un centro ceremonial prehispánico y donde se celebró la primera misa en la región. Recientemente con las obras de rescate y mantenimiento al edificio, el Instituto Nacional de Antropología e Historia confirmó que había sido un altar tolteca.
A principios del siglo XVI Coyoacán fue la residencia de Cortés, y en esta capilla dedicada a la Purísima Concepción de María se ofrecía misa todos los días.
Su construcción barroca data del siglo XVII, cuenta con una sola nave, una cúpula, dos campanarios, una sacristía anexa y una fachada de estilo plateresco con motivos florales y el atrio, que es una plaza que cuenta con jardines y caminos empedrados.
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While I generally don’t care for European Baroque decorative arts, Colonial Mexican Baroque has a sweet naivete that I find appealing.
I am so glad about that my friend 🙂 Thank you very much! 🙂
Huella de la «extirpación de las idolatrías»…
Exactamente, Manolo 🙂 Saludos