El Monumento a Álvaro Obregón es una obra del escultor mexicano Ignacio Asúnsolo, erigida en el año 1935 para conmemorar el asesinato del ex-presidente de la República Mexicana, el 17 de julio de 1928, fecha en la que Álvaro Obregón se reunió para comer con diputados del estado de Guanajuato, en el restaurante «La Bombilla», ubicado en San Ángel, cuando José de León Toral, en complicidad con la Madre Conchita, cometió el asesinato.
De León Toral se hizo pasar por un dibujante y realizó retratos a varios diputados, cuando llegó a Obregón, sacó su pistola y disparó contra Álvaro Obregón, quien cayó muerto al instante.
Todo esto como parte de un complot de la iglesia católica para evitar que Obregón llegara de nuevo al poder y acelerara la separación entre la Iglesia y el Estado.
El monumento consiste en una gran torre hueca al interior con una amplia escalinata de acceso custodiada por dos esculturas de piedra, dentro del mismo se encuentra la sala que anteriormente albergaba la mano que Obregón había perdido, la cual ya fue retirada.
Frente al Monumento se encuentra un espejo de agua alineado con cipreses y rosales, protegido por una estructura metálica.
La entrada está escoltada por dos gigantes femeninas, las cuales el escultor las nombra «El Trabajo» y «La Fecundidad».
Al interior, se encuentra una escultura monumental en bronce de cuerpo completo del homenajeado con el título: «Al General Álvaro Obregón en el lugar de su sacrificio».
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Pudieron matar al hombre, pero su pensamiento no. Realmente un monumento. 🙂
Efectivamente 🙂
Los árboles detrás me recuerda lo que se dejó e hizo desaparecer para convertir en ciudades una tierra rica en verde naturaleza. Puedo estar muy equivocado, sin embargo, es mi sentir.
No estás muy lejos de la realidad 🙂 Un abrazo